Catcafe Life

Cat café en Gijón y Asturias 🐾

Si eres amante de los gatos y vives en Gijón o en cualquier parte de Asturias, es probable que te hayas preguntado si existe alguna cafetería de gatos en la región. La realidad es que, de momento, no hay cat cafés en Gijón ni en Asturias. Sin embargo, esto no significa que no puedas disfrutar de la experiencia en lugares cercanos, ni que no existan alternativas para compartir tiempo con felinos.

Cat café en Gijón y Asturias

¿Por qué no hay todavía un cat café en Asturias?

Aunque los cat cafés se han extendido con fuerza en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, en el norte de España todavía son poco comunes. Las razones principales suelen estar relacionadas con las normativas sanitarias y de hostelería, que hacen más complicado abrir un local donde convivan gatos y clientes.

Aun así, Asturias cuenta con una gran comunidad de amantes de los gatos y varias asociaciones protectoras muy activas que luchan día a día por mejorar la vida de los felinos. Esto hace pensar que en un futuro cercano, quizá podamos ver abrir el primer cat café en Gijón o en Oviedo.

Alternativas si quieres disfrutar de un cat café cerca de Gijón

Aunque no exista una cafetería de gatos en Gijón, lo cierto es que en menos de tres horas de viaje puedes encontrar varias opciones en el norte de España para vivir esta experiencia única:

Qué puedes esperar al visitar un cat café

Los cat cafés no son simples cafeterías con gatos: son lugares creados para que los felinos estén seguros, cómodos y puedan socializar mientras esperan ser adoptados. Como visitante, tendrás la oportunidad de:

Otras maneras de disfrutar de los gatos en Gijón y Asturias

Aunque no haya un cat café en Asturias, en la región existen refugios y protectoras que permiten colaborar como voluntario o incluso visitar colonias felinas controladas. También es habitual encontrar asociaciones que organizan mercadillos solidarios o eventos de concienciación donde los gatos son los protagonistas. Participar en estas actividades es una manera fantástica de apoyar la causa felina y pasar tiempo rodeado de bigotes y ronroneos.